viernes, 16 de septiembre de 2011

... "MHAS que un museo"... el Museo de la Historia de la Automoción de Salamanca...

Esta semana con motivo del  las "Jornadas de Puertas Abiertas" durante Las Ferias, descubrí uno de los museos charros que todavía no conocía.

Este museo alberga los más de cien coches de la Colección Gómez Planche y otros tantos cedidos por el Estado y por varios particulares.

Lo que más sorprende es el edificio en el que se ubica que antiguamente era una fábrica de electricidad cuya nave principal ha sido restaurada y puede dar idea de cómo era entonces.




Es un museo atípico en Salamanca pero que a mí me ha encantado, especialmente porque recorres la Historia del Automóvil desde tiempos de Leonardo da Vinci hasta prototipos de automóviles "futuristas" que nunca llegarán a fabricarse.

Podemos encontrarnos con el primer coche de explosión fabricado por Karl Benz (¿os suena el apellido? jijiji) que le cogió su mujer Berta y se metió doscientos kilómetros entre pecho y espalda porque el coche lo tenía en el garaje ahí aparcadito (no se sabe si huía de su marido porque se llevó a sus dos hijos o que la mujer era una visionaria, se quedará en misterios sin resolver). No recorrió más kilómetros porque... ¡se quedó sin gasolina! Como no existían gasolineras, le mandó un telegrama a su marido para que fueran a rescatarlos. Gracias a este hecho su vehículo (se demostró su utilidad como medio de transporte) empezó a fabricarse y es el inicio del vehículo de explosión (y lo que pasa siempre, la fama se la llevó el marido y no la mujer).



Vas pasando por distintos modelos de automóviles históricos, accesorios, motocicletas, bicicletas, recrean un taller de reparación de la época. A mí personalmente me gustaron sobre todo los coches de la época de los años 20, una pasada de elegantes y lo mejor de todo es que... ¡funcionan!... sí, sí, están en perfectas condiciones. En alguno, incluso puedes ver la pegatina de la ITV o la correspondiente matrícula con la bandera de la UE.




Luego, otra de las sorpresas que te encuentras y uno de los modelos que no cambian nunca en la exposición permanente (porque la exposición la cambian anualmente porque tienen tantos modelos que no los pueden exhibir todos juntos) es el coche de Franco. Un Cadillac blindado de principios de los años 70 que utilizaba para las visitas oficiales. Y muy cerquita de allí el de su mujer, uno de los famosos coches Citroen DS llamados "Tiburón".

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Dirección: Calle Museo Viejo, nº 3.
http://www.museoautomocion.com/

lunes, 12 de septiembre de 2011

... "se cambian novelas"...

Rebuscando en la maraña de Internet me he encontrado con una noticia de lo más curiosa. Habrá que pasarse un día y comprobar qué nos ofrece... ¡¡ya os contaré!!...


Un quiosco donde cambiar novelas por novelas

En la plaza del Mercado de Salamanca hay un quiosco con un curioso cartel: Se cambian novelas. Ante la sorpresa del paseante uno descubre que hay un negocio curioso, regentado por un agradable quiosquero salmantino, el mismo señor al que un día cualquiera se le ocurrió una original idea: cambiar novelas, como si fuera un videoclub de letras.
El sistema es sencillo. Usted acude con una novela de su casa que ya se haya leído, el tipo de novela que le apetezca, la cambia por otra similar, del mismo tipo y tamaño aproximado y se lleva la nueva por un precio que rondaría los 30 céntimos. De este modo, puede leer tantas novelas como quiera utilizando este plan y le saldría mucho más barato que comprándolas.
A diferencia de lo que mucha gente pueda pensar, esto no es un “sistema anticrisis” que se llamaría, ya que el origen de esta idea no viene derivado por la crisis, sino que se lleva haciendo desde prácticamente los inicios del negocio.
El dueño del quiosco afirma estar muy contento con este plan porque funciona a la perfección, ya que mucha gente acude allí a diario en busca de nuevas novelas para leer, gente de todas las edades, que muestran su asombro y agradecimiento al quiosquero por su gran idea.
De hecho, ha comentado a www.diariodesalamanca.es que algunas personas se llegan a leer dos o tres novelas al día.
Si alguien no tiene una novela en su casa, no pasa nada. Puede comprar una por poco más de un euro y medio e iniciar así una afición que a buen seguro a la larga le gustará mucho más.
Por David Pandiella


http://diariodesalamanca.es/2011/09/11/un-quiosco-donde-cambiar-novelas-por-novelas/

viernes, 9 de septiembre de 2011

... Mirador de la Merced...

Como seguimos en Ferias, uno de los sitios que he podido visitar estos días ha sido "El Mirador de la Merced".



Es una ventana con vistas al río Tormes y al Puente Romano. Un lugar privilegiado, junto al Huerto de Calixto y Melibea, desde el que podemos contemplar los barrios transtormesinos.


También es uno de los lugares privilegiados para ver los fuegos artificiales tanto en en septiembre como en junio. Pero... shhhhhhh!!... ¡¡es un secreto!!...

... La Virgen de la Vega...

Estamos en Ferias y qué mejor tema del que hablar que de nuestra patrona que lo es desde 1618, ¡ahí es nada!. Su fiesta se celebra cada 8 de septiembre y a partir de ese día se celebra una semana de fiestas.



Es una pequeña talla románica de madera que data del siglo XII y su procedencia es desconocida. Dice la leyenda que vino desde Constantinopla realizando un largo viaje hasta nuestra ciudad. Mide un metro de altura y está forrada con piezas de oro, bronce y cobre, y adornada con piedras preciosas.



Un dato curioso es que debe tener uno de los récords Guiness ya que desde el lugar privilegiado que ocupa en el retablo de la Catedral Vieja, ha visto casar a muchas parejas de novios, jejeje!!

sábado, 3 de septiembre de 2011

... Mantequerías Paco... el último ultramarinos salmantino...

Desde que era pequeñita ir a hacer un recado a esta tienda no era una obligación, todo lo contrario, un placer. Comprar caramelos, turrones raros, flan chino y un largo etcétera. Cruzar el umbral de la puerta es transportarte a otra época en el tiempo, no sólo por su olor sino al mobiliario en sí. Más de cincuenta años que lleva entre nosotros, concretamente desde 1956. Es un ultramarinos a la antigua usanza, un delicatessen como lo llamarían ahora.


Esas torres impresionantes de latas que parece que se van a caer en cualquier momento, todo colocadito, todo en orden, puff, ¡una gozada!. Con lo que me he quedado siempre con ganas de hacer es meter los dedos en los sacos de legumbres al estilo Ameliè.... habrá que hacerlo cualquier día, antes de que la cierren...